El mundo del vino es un universo vasto y multifacético que va mucho más allá de la mera distinción entre vinos blancos y tintos. Para comprender y apreciar la amplia gama de vinos disponibles, es fundamental explorar cómo se clasifican y qué características definen a cada categoría.
Clasificación de los vinos según su edad:
La edad de un vino es una de las formas más esenciales de clasificación y revela mucho sobre su desarrollo. Según la clasificación de los vinos por su edad pueden ser: vinos jóvenes, vinos de crianza o vinos de guarda.
* Los vinos jóvenes, embotellados rápidamente después de la fermentación, son conocidos por su frescura y vitalidad. Tienen sabores primarios, afrutados y una acidez vibrante. . Están destinados a ser consumidos rápidamente y no requieren un periodo de maduración prolongado.
* En contraste, los vinos de crianza han pasado un tiempo en barrica y botella, permitiendo una evolución más compleja de sabores. Muestran notas más sutiles, una mayor integración entre la fruta y las características de la madera siendo más suaves y equilibrados.
* Los vinos de guarda, reservados para el envejecimiento prolongado, son vinos de alta calidad que muestran un potencial de evolución a lo largo de los años. Son más estructurados, con taninos suaves y sabores más complejos, adquiriendo matices que van desde la fruta madura hasta los tonos terciarios como el cuero, tabaco o notas minerales.
Clasificación de los vinos según su color:
La visualización del color ofrece un indicio inmediato de las características de un vino. Según la clasificación de los vinos por su color pueden ser: vinos blancos, vinos rosados o vinos tintos.
* Los blancos, que abarcan tonalidades desde amarillo pálido hasta dorado intenso, reflejan su evolución y envejecimiento. Los blancos más jóvenes tienden a ser más claros, mientras que los envejecidos pueden adquirir tonos dorados o ámbar.
* Los rosados muestran una gama que abarca desde tonalidades pálidas hasta rosas más intensos. La intensidad del color puede indicar la variedad de uva utilizada y el tiempo de maceración con la piel.
* Los tintos exhiben desde tonalidades violáceas en vinos jóvenes hasta rojos rubí profundo en vinos más maduros o incluso tonos teja en vinos más envejecidos. Estos colores, a menudo, pueden ofrecer pistas sobre la edad y la concentración de sabores.
Clasificación de los vinos según su azúcar residual:
El azúcar residual en el vino se refiere a la cantidad de azúcar que permanece sin fermentar después del proceso de fermentación alcohólica y es otro factor determinante en su perfil de sabor y su percepción gustativa. Según la clasificación de los vinos por su color pueden ser: vinos secos, vinos semisecos o semidulces y vinos dulces o fortificados.
* Los vinos secos tienen muy poco o ningún azúcar residual perceptible. La fermentación ha convertido la mayoría o la totalidad de los azúcares en alcohol, lo que resulta en un vino seco con una sensación de sequedad en boca.
* Los vinos semisecos o semidulces presentan un ligero toque de dulzura que equilibra la acidez. Otorga una sensación ligeramente dulce en boca, aunque no llega a ser abrumadoramente dulce.
* En contraste, los vinos dulces o fortificados tienen un contenido más alto de azúcar residual, lo que les confiere una sensación más rica y aterciopelada. Pueden variar desde vinos dulces suaves hasta vinos fortificados, como el Oporto o el Jerez, que tienen un contenido de azúcar más alto debido a la adición de alcohol.
Clasificación de los vinos según su grado de alcohol:
El grado de alcohol de los vinos se expresa en porcentaje de alcohol por volumen. Según la clasificación de los vinos por su graduación alcohólica pueden ser: vinos de bajo alcohol, vinos estándar o convencionales y vinos de alto alcohol
* Los vinos de bajo alcohol suelen tener un contenido de alcohol menor, típicamente alrededor del 5% al 10% en algunos vinos espumosos, vinos aperitivos como el vermut, algunos vinos blancos ligeros y algunos vinos dulces.
* Los vinos estándar o convencionales con un contenido de alcohol entre el 11% y el 13.5% para los blancos y entre el 11.5% y el 15% para los tintos. Esto incluye muchos vinos blancos, tintos y rosados que encontramos habitualmente en el mercado.
* Los vinos de alto alcohol tienen un contenido de alcohol superior al promedio, generalmente más allá del 14%. Algunos vinos tintos robustos, vinos fortificados como el Oporto, algunos vinos de postre y vinos elaborados en climas más cálidos suelen tenerlo.
Conclusión:
Entender estos criterios de clasificación de los vinos proporciona una base sólida para explorar y disfrutar la diversidad y riqueza de sabores y aromas que cada botella de vino puede ofrecer. Esta apreciación invita a todos a sumergirse en la fascinante experiencia de descubrir el vino en toda su complejidad y belleza, desentrañando sus múltiples capas sensoriales que hacen del mundo del vino un viaje continuo de descubrimiento y deleite.
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